por Luis Rodriguez Cuadra – CE5LRC
El Gran Terremoto de Chile, considerado como el mayor registrado en la historia de la humanidad, ocurrió el domingo 22 de mayo de 1960 a las 15:11 hora local. Su epicentro se registró en las cercanías de la ciudad de Valdivia, Chile, y tuvo una magnitud de 9,6 (escala de Richter). Junto al sismo principal se registraron una serie de movimientos telúricos de importancia entre el 21 de mayo y el 6 de junio que afectaron a gran parte del sur de Chile.
El sismo fue percibido en diferentes partes del planeta y produjo un maremoto que afectó a diversas localidades a lo largo del océano Pacífico, como Hawaii y Japón, y la erupción del volcán Puyehue. Más de 2000 personas fallecieron y más de 2 millones quedaron damnificadas a causa de este desastre.
Todo comenzó en Concepción
Antes del amanecer del sábado 21 de mayo de 1960, a las 06:06, un fuerte sismo sacudió gran parte del sur de Chile. Se registraron 12 epicentros en la costa de la península de Arauco, actual Región del Biobío. El movimiento tuvo una magnitud de 7,75 en la escala de Richter y de VII en la escala de Mercalli, afectando principalmente la ciudad de Concepción, Talcahuano, Lebu, Chillán y Angol y fue percibido entre el Norte Chico y la zona de Llanquihue.
A las 6:33, un segundo movimiento similar al anterior, sacudió la zona y derrumbó las construcciones deterioradas por el primer terremoto. Sin embargo, no hubo víctimas fatales ya que gran parte de la población había evacuado los hogares por miedo a los derrumbes.
Las comunicaciones telefónicas desde Santiago de Chile al sur estaban interrumpidas y las primeras noticias de la situación se conocieron por los informes del periodista Enrique Folch que había captado señales de radioaficionados desde la zona de la tragedia. El presidente Jorge Alessandri inmediatamente suspendió las ceremonias en honor al Día de las Glorias Navales, y el tradicional mensaje del Presidente a la nación desde el Congreso Nacional.
Faltaba lo peor
Mientras Chile organizaba la ayuda a los habitantes de Concepción y las ciudades cercanas, una tragedia aún peor estaba por ocurrir. A las 15:11 hrs. del día domingo 22 de mayo de 1960 se produjo un tercer movimiento sísmico, pero su magnitud llegó hasta los 9,5 grados en la escala de Richter y tuvo una duración de 10 minutos aproximadamente.
Estudios posteriores afirmaron que dicho movimiento en realidad fue una sucesión de más de 37 terremotos cuyos epicentros se extendieron por más de 1350 km. El cataclismo devastó todo el territorio chileno entre Talca y Chiloé, es decir, más de 400.000 km².
La zona más afectada fue Valdivia y sus alrededores. En dicha ciudad, el terremoto alcanzó una intensidad de entre XI y XII grados en la escala de Mercalli.
Gran parte de las construcciones de la ciudad se derrumbaron inmediatamente, mientras el río Calle-Calle se desbordaba e inundaba las calles del centro de la ciudad. En el puerto de Corral, cercano a Valdivia, el nivel del mar había subido cerca de 4 m antes de comenzar a retraerse rápidamente cerca de las 16:10, arrastrando a los barcos ubicados en la bahía.
El maremoto
A las 16:20, una ola de 8 metros de altura azotó la costa chilena entre Concepción y Chiloé a más de 150 km/h. Cientos de personas fallecieron al ser atrapados por el maremoto que destruyó pueblos en su totalidad. Diez minutos después, el mar volvió a retroceder, arrastrando las ruinas de los pueblos costeros para nuevamente impactar con una ola superior a los 10 m de altura. Los navíos fueron completamente destruidos.
La onda expansiva comenzó posteriormente a recorrer el océano Pacífico. Casi quince horas tras el evento en Valdivia, un maremoto de 10 m de altura azotó la isla de Hilo, en el archipiélago de Hawái, a más de 10.000 km de distancia del epicentro, provocando la muerte de 61 personas. Similares eventos se registraron en Japón, las Filipinas, Rapa Nui, en el estado de California, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Samoa y las islas Marquesas.
Consecuencias
Gran parte del sur de Chile se vio destruido por el terremoto. Chillán, la ciudad más austral que mantenía contacto con Santiago tras el terremoto, tuvo un 20% de sus edificios dañados gravemente. Talcahuano quedó con el 65% de sus viviendas destruidas y un 20% de las que se mantenían estaban inhabitables, mientras la vecina ciudad de Concepción contaba con más de 125 muertos y 2.000 hogares arrasados. El puente sobre el río Biobío se derrumbó en tres secciones, mientras la usina de Huachipato estuvo a punto de quedar inutilizable, luego de que la mezcla de hierro comenzara a enfriarse tras el corte de la energía eléctrica.
El agua inundó las minas subterráneas de carbón de la península de Arauco. Los Ángeles fue destruida en un 60% y Angol por sobre el 82%, quedando 6.000 personas en dicha ciudad sin hogar. El lago Villarrica se desbordó, mientras un alud de tierra sepultó a los 300 habitantes de la comunidad mapuche de Peihueco.
Valdivia y sus alrededores fueron las zonas más afectadas con este desastre natural. El 40% de los hogares fueron destruidos por el movimiento telúrico, dejando a más de 20.000 personas damnificadas.
El río Calle-Calle se desbordó inundando gran parte del centro de la ciudad, lo que obligó a la evacuación de los barrios de Collico, Las Ánimas e Isla Teja.
Los principales edificios, como el del Cuerpo de Bomberos y el Hospital, quedaron inutilizables. El cercano puerto de Corral sufrió el azote del tsunami que arrastró a gran parte de su población, dejando centenares de muertos y desaparecidos. La bahía en que desemboca el río Valdivia recibió a diversos barcos arrastrados por las olas.
Al igual que en Corral, en toda la costa el tsunami provocó más daños que el terremoto mismo. En la zona de Cautín, los pueblos de Toltén, Puerto Saavedra y Queule fueron prácticamente borrados del mapa terrestre. Mientras en Puerto Saavedra, su población de 2.500 habitantes alcanzó a huir a tierras altas antes de presenciar como las olas arrastraban las casas mar adentro.
Situaciones semejantes ocurrieron en poblados de la costa de Valdivia (como Los Morros, San Carlos, Amargos, Camino Amargos, Corral Bajo, La Aguada, San Juan, Ensenada, Niebla, Mehuín y Los Molinos); y la costa de la provincia de Osorno (Bahía Mansa, Pucatrihue, Maicolpué y Choro Traiguén).
Puerto Montt sufrió la destrucción del 80% de sus construcciones, tanto por el terremoto como por el tsunami y los posteriores incendios, desapareciendo el mercado de Angelmó entre otras localidades.
En Chiloé, gran parte de los pueblos costeros también sufrieron el embate de las aguas y se destruyó la mayor parte de los palafitos que en lugares como Chonchi o Dalcahue; los pequeños poblados de la costa occidental quedaron aislados y Rahue fue completamente arrasado.